Trabajo sobre uno de los colegios cristianos de María Carrasco y Sara Koziol

Parroquia Santa María la Mayor

Iglesia de Santa María la Mayor es la denominación que han tenido a lo largo de la historia dos edificios en la ciudad de Alcalá de Henares.

De la antigua iglesia de Santa María, localizada al sur de la Plaza de Cervantes,  únicamente queda el diseño de su planta marcado en el suelo y dos partes que han sido restauradas: 

• La torre 
• Una capilla

Ésta, denominada Capilla del Oidor, contiene una pila bautismal especialmente celebrada por ser en la que se bautizó Miguel de Cervantes.

La capilla se construyó a comienzos del siglo XV por mandato de Pedro Díaz de Toledo,del rey Juan II de Castilla, en lo que por entonces era una ermita bajo la advocación de San Juan de los Caballeros o de Letrán,pero en 1454 el obispo Carrillo convirtió en iglesia bajo la advocación de Santa María.

Durante siglos, las torres de Santa María y de los Santos Niños representaron la dualidad institucional de Ayuntamiento y Universidad; la primera como iglesia parroquial y la segunda como "Magistral".



El nido de cigüeña de la torre es objeto de protección, lo que obliga a restringir las subidas en época de cría. La iglesia fue destruida al inicio de la guerra civil española (1936).

Tras la guerra, la denominación de "iglesia de Santa María la Mayor" pasó a ser aplicada a la iglesia del antiguo colegio jesuita: el Colegio Máximo de la Compañía de Jesús, actual Facultad de Derecho de la Universidad de Alcalá.

Ese edificio, iniciado en 1567, interrumpió su construcción hasta 1602-1620, cuando gracias a donaciones de la familia Mendoza se dio por terminado. Su estilo es el convencional de las iglesias jesuíticas de influencia italiana. Los arquitectos que trabajaron en las obras fueron primero Bartolomé de Bustamante y posteriormente Francisco de Mora.

En la fachada destacan cuatro estatuas de Manuel Pereira: 

• San Pedro
• San Pablo
• San Ignacio 
• San Francisco Javier.

      

Antiguo Palacio de la Santa Inquisición

Antiguo Palacio de la Santa Inquisición / Museo de Medicina Mexicana

La Santa Inquisición, el cómo eran torturadas y quemadas vivas las personas y todas las barbaridades que cometía esa división de la iglesia católica es bien conocida por todos nosotros.

 Este lugar fue mudo testigo de la forma en que fueron encarcelados, juzgados y castigados los mexicanos de ese tiempo, a quienes se les acusaba de practicar brujería o tener pacto con el diablo.

El Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición fue fundado en el último tercio del siglo XV, por los reyes católicos de España, para perseguir las herejías. 

En su juzgado, salas de audiencia y cárceles, se mantuvieron a los perseguidos por judaísmo, protestantismo, herejía, hechicería, desviaciones, e incluso rebelión. 

De acuerdo a las sospechas, se les sentenciaba a prisión temporal o perpetua, y en algunos casos, a la hoguera o la horca.